viernes, 22 de agosto de 2014

Una historia para contar


Vino a San Juan La Laguna hace seis años, y como ocurre siempre, la comunidad es hospitalaria, se le trató bien, porque el pueblo ha pasado en el sufrimiento y siente lo que pasa al otro.

Hizo sus pequeños negocios de rellenitos, tacos y dobladas siempre se le apoyó para que saliera adelante. Alquiló casa a los vecinos de la comunidad, en algunas oportunidades no logró pagar el alquiler pero siempre se le perdonó y se le comprendió.

Analizó y estudió a la comunidad y se dio cuenta que es una sociedad muy tranquila, llena de paz y felicidad, con gran motivo se llama Pueblo Amigo de la Paz.

Entonces comenzó a invitar a sus amigos y a llegados contándoles que este pueblo es muy bueno, muy lindo. Por lo que sus amigos vinieron y alquilaron otra casa. La comunidad no dijo nada, los dejó vivir tranquilamente, siempre se les respetó tal cual son porque ese es el espíritu de la comunidad.

Después de vivir 6 años en la comunidad, esta persona viendo que la comunidad siempre vive en armonía se tomó la libertad de invitar a más y más personas de otros lugares y países hasta llegar a un número de 190 personas en menos de un mes.

La comunidad le pidió que se detuviera y que dejara de traer más personas pero no le gustó entonces comenzó a transgredir su propio noveno mandamiento. Creando falso testimonio contra el pueblo, diciendo que lo menosprecian, lo maltratan incluso dijo que hasta lo querían quemar. Y provocó e incitó un conflicto social. También demandó a las comunitarios.

Entonces el pueblo pensó: ¿qué se podría hacer frente a este inconveniente? Ya que realmente esta persona está desestabilizando a la comunidad, por lo que los abuelos de la comunidad se reunieron delibe consenso dijeron: platiquemos con el pueblo y  preguntémosle que desea a hace en esta situación.

El pueblo unido dijo que mejor se retiren pacífica y voluntariamente de la comunidad ya que no respetaron el lugar en donde se les dio la oportunidad de vivir.


Pero al ser informado se echó a reir. Esta persona ya no quiere irse del pueblo, busca la manera de quedarse pero el pueblo le dijo que debe retirarse. Ahora está buscando dividir a la comunidad y es lo que no queremos que ocurra en San Juan La Laguna.

1 comentario:

  1. Vale la pena mencionar también de donde provienen las personas que recientemente se mudaron a San Juan. Escribí esto por sí lo quieren compartir en su página:

    Lev Tahor es el nombre de la secta Judía ultra-ortodoxa que a principios de año se mudo para San Juan La Laguna, Sololá.

    Alrededor de 200 integrantes de esa secta ahora viven en San Juan, pero son originarios de Canadá donde se les acusa de abuso de menores, matrimonio de menores, negligencia y uso forzado de drogas para el control de comportamiento, lo que llevo a la corte de Quebec solicitar la captura de 14 niños. Su mudanza a Guatemala es aparentemente ilegal; otros miembros estan en Trinidad y Tobago.

    Es más, organizaciones Judías legitimas no apoyan las practicas de Lev Tahor. En Israel, donde el grupo se originó, Lev Tahor esta siendo investigado por acusaciones similares a las de Canadá y su fundador fue condenado por secuestro.

    (una simple búsqueda en Google mostraría todos los periódicos en los que se mencionan estas noticias, principalmente en inglés)

    El hecho de que los ancianos indígenas no aprueben la presencia de Lev Tahor dentro de San Juan no es una muestra de “racismo al revés”. Los ancianos no están en contra de la comunidad Judía ni de su religión, sino que su preocupación es con los miembros de esta secta en particular.

    Así, esta situación debe entenderse como una medida para proteger a los habitantes del lugar de posibles agresores.

    ¿No estarían ustedes igualmente preocupados si personas acusadas de abuso de menores se convirtieran en sus vecinos, 200 vecinos nuevos de la noche a la mañana?

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